Según los últimos datos, la edición universitaria representa algo más del 5% de la producción editorial anual en España. El espacio que ocupa, aunque limitado, es de vital importancia para la buena salud del ecosistema editorial de cualquier país, lengua y cultura, pues la universidad tiene en la edición un medio indiscutible para cumplir el objetivo de transferencia de conocimiento y de rendición de cuentas a la sociedad, siempre con especial atención a la idiosincrasia del tejido social del entorno.
A partir del reconocimiento y la potenciación de nuestras singularidades, debemos ser capaces de crear puentes con todo el mundo, tanto desde la vertiente académica como desde la vertiente social. En este sentido, la edición universitaria es un excelente vehículo para comunicar los avances y los resultados de la investigación que se realiza en el marco de nuestras instituciones. Se trata de un trabajo realizado con el rigor, la excelencia y la calidad que rige el día a día de nuestras editoriales.
Actualmente, el mundo editorial se esfuerza por asumir los progresos tecnológicos, que a menudo dibujan una falsa dicotomía entre la edición en papel y la edición electrónica. Decimos falsa porque, en realidad, estamos ante una revolución en los formatos y en los hábitos de consumo y consulta. De hecho, ambas pueden y deben convivir; nuestras publicaciones han de estar presentes en los dispositivos electrónicos, pero también en las estanterías de nuestras librerías y bibliotecas.
En este contexto, el principal reto de la edición universitaria en cualquier país del mundo pasa por hacer frente a una nueva crisis entre dos contextos, el de la ciencia abierta y el de la ciencia tradicional, que plantea desafíos tanto a autores e investigadores como a nuestras editoriales e instituciones. De nuevo, debemos encontrar, y lo conseguiremos, un equilibrio entre ambas, para proyectarnos hacia el futuro y estar abiertos a los cambios y a los progresos que, a buen seguro, nos sorprenderán en cualquier momento.
Para estar preparados para ese futuro inmediato, necesitamos profundizar en las relaciones entre nuestras editoriales, trabajar aún más en red, compartir proyectos e intercambiar experiencias. Podremos dar respuesta así a una serie de interrogantes y retos que, si afrontamos unidos, nos permitirán construir un futuro mejor. La UNE tiene un papel imprescindible en este escenario, por el trabajo que realiza a diario en el ámbito de la edición universitaria.
Francesc Xavier Grau i Vidal, rector de la Universidad Rovira i Virgili